¿Qué es la inmunoterapia?
La inmunoterapia con alérgenos, también conocida como vacunas contra la alergia, es una forma de tratamiento a largo plazo que disminuye los síntomas en muchas personas con rinitis alérgica, asma alérgica, conjuntivitis (alergia ocular) o alergia a las picaduras de insectos.
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Las vacunas contra la alergia disminuyen la sensibilidad a los alérgenos y, a menudo, conducen a un alivio duradero de los síntomas de la alergia, incluso después de suspender el tratamiento. Esto lo convierte en un enfoque de tratamiento rentable y beneficioso para muchas personas, además de ser la única terapia que modifica el curso natural de la enfermedad alérgica.
¿Quién puede beneficiarse de la inmunoterapia?
Tanto los niños como los adultos pueden recibir vacunas contra la alergia, aunque normalmente no se recomienda para niños menores de cuatro a cinco años dadas las dificultades que los niños más pequeños pueden tener para cooperar con el programa y para expresar cualquier síntoma adverso que puedan estar experimentando.
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Usted y su alergólogo deben basar su decisión con respecto a las vacunas contra la alergia en:
- La duración de la temporada de alergias y la gravedad de sus síntomas
- Qué tan bien los medicamentos y/o controles ambientales están ayudando a sus síntomas de alergia
- Su deseo de evitar el uso de medicamentos a largo plazo
- Tiempo disponible para el tratamiento (las vacunas contra la alergia requieren un compromiso significativo ya que se hace 1 inyección mensual por mínimo 3 a 5 años)
- Costo
Las vacunas antialérgicas no se utilizan para tratar las alergias alimentarias ni urticaria crónica espontánea ni dermatitis atópica.
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Las vacunas antialérgicas funcionan como una vacuna. Su cuerpo responde a las cantidades inyectadas de un alérgeno en particular, en dosis gradualmente crecientes, desarrollando inmunidad o tolerancia al alérgeno.
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Es posible que note una disminución de los síntomas durante las inyecciones iniciales, pero puede tomar hasta 12 meses con la dosis de mantenimiento para notar una mejoría. Si las vacunas contra la alergia tienen éxito, el tratamiento de mantenimiento generalmente se continúa durante tres a cinco años.